Aguascalientes
A VECES NI LA IGLESIA VE EN EL MIGRANTE EL ROSTRO DE DIOS: LAS PATRONAS
Aún y con la política migratoria implementada en México y en los Estados Unidos, de Centroamérica siguen cruzando familias por el territorio nacional en busca del llamado “sueño americano”.
Su camino se ha vuelto más complicado, expresó Norma Romero Vázquez, coordinadora del grupo de Las Patronas, aquél que provee de agua y alimento a quienes cruzan a través del tren “la bestia” e incluso les llegan a proporcionar alojamiento en su albergue.
La militarización de la frontera sur, sólo provoca que busquen otras alternativas para cruzar, como pueden ser las montañas de forma más peligrosa o por el mar.
Las personas en tránsito prefieren arriesgarse a morir que vivir en las condiciones que hay en sus pueblos.
“Si ellos siguen soñando, si ellos tienen esa esperanza de llegar a Estados Unidos, pues nosotros vamos a estar ahí para apoyarles. No vamos a cansarnos precisamente, porque también soñamos con que haya un cambio”.
Lamentó la falta de grupos de ayuda de la sociedad civil para apoyar a tanto migrante. Pero también recriminó a la Iglesia la falta de atención al ser humano, al hermano.
“Tenemos que tener bien claro donde vemos a Dios, dónde está Dios, porque ahí van niños, ahí van mujeres, ahí van hombres mayores y adultos. Y a mí se me hace una falta de… pues yo soy una mujer creyente y he creído que Dios tiene muchos rostros. Uno de los rostros en los cuáles nosotros nos hemos enfocado ha sido el migrante”.
Norma Romero explicó que más que verse afectados por el crimen organizado, los migrantes están siendo víctimas de la delincuencia común. “Desafortunadamente son una mercancía. Muchos piensan que trae mucho dinero, pues imagínese vienen huyendo precisamente de la falta de oportunidad. ¿Cuánto dinero cree que pueda traer un migrante? Pues muy poco y lo poco que trae pues eso es lo que le roban”.
Refiere que los afectados identifican como sus atacantes a policías o garroteros. “El ser humano siempre se ha querido pasar de listo y entonces decimos: le estás quitando a uno que no tiene, que le hace más falta, que más bien le deberías de ayudar… pero bueno, es a conciencia de cada uno de nosotros”.