A PESAR DE SEÑALAMIENTOS DE CORRUPCIÓN, QUIERE SER DIPUTADO EL JUNIOR

Aún y cuando ante la opinión pública carga con los señalamientos  de corrupción y de haberse valido de que su padre era el gobernador para hacer los negocios personales y familiares desde la administración pública, José Carlos Lozano Rivera Río no tiene otra salida más que decir que duerme tranquilo y bien.

El primogénito, que también fue impuesto como consejero Político Nacional del PRI, acostumbrado a ver lo que sólo se quiere ver,  supone que su partido le abrirá las puertas en su aspiración a la candidatura a una diputación federal.

Se trata de un sueño complicado, dado que la familia Lozano Rivera Río y agregados terminaron con un importante repudio, no sólo por parte de  quienes gobernaron sino también de su propio partido, al que no se logró dar ningún triunfo durante todos los procesos, principalmente por el apoderamiento de la institución y  la mala elección de candidatos, según se les ha reprochado.

José Carlos junior tiene que lidiar ahora con  múltiples señalamientos de  quienes formaron parte de la anterior administración y proveedores del gobierno, quienes lo identifican como el que realmente estaba detrás de las millonarias compras y los contratos de personal durante la administración de su padre.

En su autodefensa, trata de deslindarse de esos pesados señalamientos con poco éxito. A su vez proclama inútilmente  que fueron sus  propios méritos los que lo llevaron a ocupar un cargo en el gobierno federal, justamente al lado del también controvertido ex Procurador General de Justicia,  Felipe Muñoz Vázquez.

El junior, como también algunos lo refieren, está seguro de que la justicia no le tocará y titubeante refiere al gobierno de Martín Orozco, como el que deberá proceder con fundamentos, en contra de quienes se acusa de haber saqueado  las arcas del gobierno