Nissan, Honda y Mitsubishi Motors establecieron un acuerdo de entendimiento tendiente a consolidar la manufactura de autos eléctricos.

Previamente, los directivos de Nissan y Honda acordaron explorar conjuntamente el desarrollo de autos de nueva generación, basados en las tecnologías ambientales, la electrificación y el desarrollo de software.

Sobre tales propósitos, el Gobierno del Estado reiteró su apoyo a la inversión extranjera para hacer frente a los retos mundiales.

La posible fusión de Nissan y Honda podría consolidar un grupo automotriz que pueda competir en el mercado internacional de los vehículos eléctricos y con esto fortalecer la industria automotriz en Aguascalientes y en México, destacó.

Cada 25 de diciembre, los creyentes conmemoran el nacimiento de Jesús, un acontecimiento que marcó el inicio de la Redención y que sigue siendo un pilar de esperanza y renovación espiritual.

El sacerdote Luis Felipe Quesada, capellán mayor de la Universidad Panamericana campus Aguascalientes, describe la Navidad como «el inicio de la salvación para la humanidad, un momento en el que Dios se hace cercano y transforma nuestra perspectiva». Este día celebra la encarnación del Hijo de Dios, un acto que no solo muestra la humildad divina, sino también su inmenso amor por la humanidad.

La elección del 25 de diciembre está vinculada a la fiesta de la Encarnación, celebrada nueve meses antes, el 25 de marzo. Esta fecha, como señala, se decidió para destacar el papel de la Pascua judía en la Redención y estructurar el calendario litúrgico cristiano.

Agregó que los elementos como el árbol de Navidad, originado en tradiciones alemanas, y el pesebre, popularizado por San Francisco de Asís en 1223, reflejan el espíritu cristiano de la festividad. Según la carta apostólica El Hermoso Signo del Pesebre, del Papa Francisco, «el nacimiento es como un Evangelio […] La contemplación de la escena de la Navidad, nos invita a ponernos espiritualmente en camino, atraídos por la humildad de [Dios]».

Luis Felipe Quesada puntualizó que, en un mundo donde la comercialización ha transformado muchas tradiciones navideñas, se debe mantener la misa como el centro de las celebraciones. «El nacimiento no es un adorno, sino un lugar de oración que nos invita a redescubrir nuestra fe», concluyó.

El 29 de diciembre la Diócesis de Aguascalientes dará inicio al Año Jubilar que considera otorgar indulgencias a los fieles católicos para la salvación, es decir, sanar las penas pendientes que causan el pecado mortal y ser purificado para la vida eterna.

El tiempo especial comienza con la peregrinación que encabezará el obispo Juan Espinoza con el Cristo negro original desde el Templo del Encino hasta la Catedral de Aguascalientes a las 17:30 horas.  La emblemática imagen, que por primera ocasión sale de su recinto, permanecerá expuesta en Catedral todo el año jubilar.

El sacerdote Marco Antonio Díaz Olvera, coordinador de Pastoral Litúrgica, explicó que, para ganar una indulgencia se podrá ir todo el año en peregrinación a Catedral o a 10 parroquias que así se determinó como son: el Señor del Salitre en Calvillo, el Señor de las Angustias en Rincón de Romos, San José en Ojuelos, la del Divino Niño Jesús en la capital de Aguascalientes, Nuestra Señora de Loreto en Loreto, Nuestra Señora de Belén en Asientos, Nuestra Señora de los Dolores en Teocaltiche, Nuestra Señora de la Encarnación en La Chona y la nueva de San Julio Álvarez.

Para poder ganar la indulgencia se requiere rechazar el pecado, la confesión, la comunión y orar por el Papa Francisco.

Si se quiere ir de forma prolongada los requisitos son los mismos, sólo que la visita debe ser prolongada.

Otras formas de ganar la indulgencia serán visitar a un enfermo en un hospital o anexo, igualmente a un anciano en soledad o una persona con discapacidad.

Otra forma de ganar una indulgencia que libre al creyente de pisar el purgatorio al momento de la muerte es la penitencia. Ésta puede ser el ayuno los viernes o bien no usar las redes sociales durante un día como también evitar cualquier distracción banal.